A veces estoy con mi celular, perdiendo el tiempo, viendo videos, o entreteniéndome para descansar un poco la cabeza de tantas ideas que me persiguen; proyectos que quiero hacer o que nunca haré.
En la zona 10 hay varios hoteles y regularmente hay taxis, esperando clientes para llevarlos a algún sitio turístico. Cobran en dólares y a algunos les va bien. Me pareció curioso que en su espera pierden entre 15 minutos a 3 o 4 horas.
Suelo pensar si ésa era la vida que ambicionaban cuando crecían. La mayoría de ellos apenas si terminaron la escuela porque tenían que cumplir con sus necesidades económicas. Ayudar en la casa con la familia, comer entre otras cosas.
Sin embargo, lo que me asombró fue la espera, la espera entre encontrar un nuevo cliente y recibir un pago. Es decir ellos ganan en dólares y probablemente ganen el doble que un taxista normal o uno que hace de uber. Se dice que un lector que invierte 15 minutos diarios en lectura puede leer 15 libros al año. Imagínense si tuvieran la inquietud de aprender sobre ciencia, tecnología o alguna otra cosa. En vez de dormir, perder el tiempo o escuchar radio.
Después veo que de pronto invierto hasta 2 horas diarias viendo mi celular y me hago el mismo cuestionamiento que les hago a los taxistas. El tiempo es el mayor valor que existe, más que el dinero, la carrera, la vida. Perdemos el tiempo en ese “aparatejo” cuando podríamos ver un atardecer o estar con nuestra familia.
Haga usted cuentas. De esas sumas que a nadie le gusta hacer y se dará cuenta del tiempo perdido cuando podría estar ocupándose en hacerse de un futuro mejor. Da miedo la cifra.